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sábado, 4 de mayo de 2013
Chuck Ragan, cubriendo el terreno. ...
Chuck Ragan. Hizo sus primeros pinitos musicales en el bullicio hardcoreta de Gainesville (Florida) hasta que acertó en el centro de la diana con Hot Water Music. Grupo que alcanzó una gran popularidad, incluso en Europa, con el que azotaba orejas a base de decibelios y potencia desbocada. Trece años de carrera que finalizaron, ahora parece que se han vuelto a reunir sin la presencia de Chuck, en el 2006. Durante su permanencia con ellos ya había dado pistas de su futuro con un proyecto paralelo de carácter acústico, Rumbleseat, de marcado carácter folk. Su carrera en solitario da inicio con Feast Or Famine (Side One Dummy, 2007) y prosigue con Gold Country (Side One Dummy, 2009). Dos buenos discos que le consiguieron cierta notoriedad y que mostraban a un vocalista intenso y a un compositor a tener en cuenta.
Pero ha sido en Covering Ground (Side One Dummy, 2011) donde, en mi modesta opinión, ha explotado un artista que se puede convertir, a poco que la buena estrella y la inspiración estén de su lado, en todo un pilar para los seguidores del género. Disco que, a la chita callando, se ha aupado al primer lugar de mi lista particular de lo mejor del año 2011. No podemos hablar de un disco de country tradicional, tampoco de un disco de folk. Es un trabajo de rock americano de raíz clásica.
Con la vista puesta en los grandes nombres que todos conocemos y, por encima de todos ellos, en la figura de Bruce Springsteen. Ya no tanto por la deuda musical, notoria si pensamos en Nebraska, si no por la personificación del músico real. Del intérprete pegado a las calles y cercano a la gente que el de New Jersey encarnó, y encarna todavía cuando las musas lo rondan, mejor que nadie. Rock americano de pura cepa. Pleno de nervio y garra pese a ser tocado con instrumentos acústicos. Guitarras, percusiones, alguna harmónica y violines que envuelven unas canciones nacidas, como es de recibo, en el asfalto de la carretera. Compuesto durante los largos meses en que ejerció el papel de telonero para The Gaslight Anthem y Social Distortion los temas se benefician de la situación y relatan una América en constante movimiento. Hoteles, restaurantes, autopistas y noches en vela. Y el músico ejerciendo de cronista errante de una realidad a veces invisible pero no por ello inexistente. Quizás de ahí el título escogido, cubriendo el terreno, para encabezarlo. Escribe este retrato con pulso firme y vehemente, no dejen de prestar atención a las letras, y lo interpreta con una convicción y una firmeza que calan como al agua de una fría lluvia invernal.
En estos tiempos en que la música parece verse relegada a simple fondo sonoro, a permanecer recogida en carpetas amarillas y a pasar por nuestras vidas sin dejar huella son imprescindibles, necesarios, vitales, autores como Chuck Ragan. Y discos comoCovering Ground. Canciones que te chupen la sangre, que te remuevan las entrañas, que sientas como tuyas. Que te veas en la necesidad de reproducir una y otra vez. Canciones hechas sangre, tendón, hueso y carne.
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